“3 en raya con Matatalab” en Serrejón II
Autora: Ruth María Sánchez Benito.
Alumnado y localidad: 4º, 5º y 6º de Primaria de Serrejón..
Materia: ITED y Educación Física.
Recursos utilizados: Pizarra digital, papel y lápiz, panel y fichas de suelo elaborado por la docente.
Duración: 6 horas (5 horas con el alumnado + 1 horas para preparar la evidencia).
Descripción:
La clase de “los mayores” de Serrejón estuvo viendo cómo practicaban robótica “los medianos” (1º, 2º y 3º de Primaria) y quisieron realizar la actividad. Aunque en un principio no estaba prevista para ellos, al estar ya todo preparado para el otro grupo, no suponía ningún problema. Así pues, nos pusimos manos a la obra.
Primera sesión:
En la primera sesión, como ya habían visto a “los medianos” jugando en el cambio de clase, directamente se pusieron a jugar con las órdenes del robot: ir hacia adelante, girar a la derecha, girar a la izquierda, ir hacia atrás.
Al haber solo 8 alumnos y alumnas en esta clase, se pusieron en grupos de 4 y comenzaron a jugar las partidas por parejas con las siguientes normas:
Por turnos en la pareja, uno sería el robot y llevaría una ficha en la mano, y el otro le haría llevar la ficha a la casilla elegida con las siguientes órdenes orales: ir hacia adelante, girar a la izquierda, girar a la derecha, ir hacia atrás. Una vez que soltaban la ficha, había que sacar al robot del tablero por el camino más fácil.
Cuando una pareja había colocado su ficha, la siguiente empezaba su turno de colocación desde la casilla de salida.
Como, evidentemente, este grupo ya tenía consolidados los conceptos de derecha e izquierda sobre si mismos, sobre los demás y sobre los objetos, en la misma sesión pudimos incluir otra dificultad más:
Ampliación: el “robot humano” llevaba la ficha atendiendo a las órdenes orales de su compañero/a, pero añadimos un nivel más de dificultad: ahora después de soltar la ficha, el robot debía abandonar el tablero por la misma casilla de salida.
Segunda sesión:
Al ver que la actividad anterior ya estaba totalmente controlada, durante la segunda sesión introdujimos las fichas fotocopiadas para dirigir al robot sin hablar y comenzamos a jugar:
Evidentemente este grupo controlaba las actividades mucho más rápido que los más pequeños, así que en la tercera sesión introdujimos el robot.
Tercera sesión:
Durante esta sesión presentamos al robot y su funcionamiento:
En esa misma sesión conocieron la ficha de bailar, y para señalar en qué casilla querían colocar la pieza, el robot tenía que llegar hasta allí y bailar sobre ella.
Para que la actividad resultara más sencilla, cada vez que el otro equipo soltaba una pieza, el robot volvía a la casilla de salida para que el otro equipo programase dónde colocar la suya.
Cuarta sesión:
En esta sesión pudimos introducir dos dificultades más:
Primera: el equipo en su turno tenía que programar el robot desde la casilla donde le había dejado el equipo anterior y no desde la salida.
Segunda: cuando necesitábamos retirar una ficha de una casilla para seguir jugando, había que programar desde la salida hasta la ficha que queríamos coger y escuchar música sobre ella.
Después eliminábamos esa programación y poníamos la ficha en el robot, y desde esa posición programábamos para soltarla en la nueva casilla elegida con la ficha de baile.
Quinta sesión:
Para dar por finalizada la actividad “3 en raya robótico” con este grupo, introdujimos una dificultad más: una doble programación con las fichas música y baile. Antes de empezar a programar de esta manera, comprendieron también la utilidad de las fichas numéricas, ya que las “flechas” se acababan.
De esta manera, cuando por circunstancias del juego, el equipo se quedaba sin fichas, debía programar dos veces seguidas al robot para poder seguir jugando:
Una para situarse en la ficha que queríamos mover y que el robot hiciese música sobre ella.
A continuación desde la ficha de música, para llevar al robot a la casilla donde quería soltarla.
Y con esta sesión dimos por acabada la actividad “3 en raya con Matatalab”, ya que el alumnado controlaba todas las actividades y seguir con ellas podía empezar a resultarles aburrido.
Durante su desarrollo no encontramos dificultades reseñables, ya que el grupo es de niveles superiores a los que en un principio estaba dedicada esta actividad, pero su motivación hacia la iniciación a la robótica me hizo ponerla en práctica también con ellos.
Como propuesta de mejora vendría bien con este tipo de grupos plantear un juego con un tablero más grande, de esta forma tal vez también podríamos empezar a introducir el trabajo con bucles.